Al igual que nos sucedió con la anterior entrada de esta serie del blog, la dedicada a la música, cuesta mucho remontarse al pasado para encontrar jamón representado en la escultura.
Es cierto que desde tiempos romanos, el cerdo ha estado presente en todo tipo de manifestaciones artísticas, pero no sucede lo mismo con el jamón en sí mismo. Lo más aproximado que hemos encontrado podrían ser unas monedas en bajo relieve que se acuñaron durante la época de los emperadores Augusto y Marco Vipsanio Agripa.
Sin embargo, basta darse una vuelta por algunos rincones de España, o echar un rápido vistazo por internet para comprobar que la cosa ha cambiado bastante.
Monumentos al jamón
Calamocha (Teruel), Monesterio (Badajoz), Alhama de Murcia (Murcia) o Trevélez (Granada), son algunas de las poblaciones que cuentan entre su patrimonio artístico con esculturas homenajeando al jamón.
Hablamos, obviamente, de zonas tradicionalmente productoras de este maravilloso alimento. Poblaciones que le deben muchísimo a esta pata de cerdo salada y curada, ya que no solo los ha puesto en el mapa, sino que ha sido y es parte fundamental de su desarrollo económico.
Esculturas contemporáneas
Además de las esculturas mencionadas, podemos destacar algunas otras como la que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Jamón de Teruel donó a la capital turolense. Un “jamón mudéjar” de cinco metros de altura, realizado en bronce por el artista aragonés José Antonio Barrios.
Pero no solo podemos encontrar esculturas en piedra o bronce de jamón buceando por la red. Este producto es tan icónico para nuestra cultura, que podemos visitar una escultura dedicada a la figura del cortador de jamón en Jabugo o apreciar la obra escultórica del extremeño Manuel Mata, realizada con huesos de jamón…
Nosotros lo tenemos claro. El jamón es arte en sí mismo.
