Llegamos un poco tarde. Halloween fue la semana pasada y seguro que disfrutasteis de una buena cantidad de caramelos y golosinas. Pero hoy queremos traeros la chuche definitiva, la que desde hoy, no puede faltar en futuros Halloween ni en ningún aperitivo que se precie: La piruleta de jamón y queso parmesano.
Esta es sin duda la receta más sencilla que os hemos propuesto hasta ahora (y probablemente que os vayamos a mostrar nunca) pero una de las más originales y sabrosas. Y es que solo lleva dos ingredientes; tres si contamos el palo…
Son originales hasta para decorar una mesa, pero es que cuando las probéis, es más, simplemente con olerlas, os vais a enamorar de ellas. Creo que esta vez, no hace falta que toméis lápiz ni papel, así que, vamos con la receta.
Ingredientes
– 200 gramos de queso parmesano.
– 80-100 gramos de jamón en lonchas.
Elaboración
Hacer estas piruletas es una de las cosas más simples que hay. Simplemente, precalentamos el horno a 200 ºC mientras vamos rallando el queso y picando en trocitos pequeños el jamón.
Hay que tener en cuenta que el queso tiene ya de por sí una gran cantidad de grasa, por lo que os recomendamos desechar parte de la del jamón para que nuestra bandeja de horno no se convierta en una bañera de aceite. Nosotros hemos utilizado unos filetes de la zona de la babilla -que tiene menos grasa-, así no hemos tenido que tirar prácticamente nada. Y hemos elegido jamón de Teruel DOP por dos razones. La primera, porque es un jamón con poquita sal, por lo que no se resala demasiado al cocinarlo. La segunda, y más importante, porque es el jamón que siempre elegimos para casa.
Mezclamos bien el jamón con el queso; colocamos un papel vegetal sobre la bandeja del horno y colocamos los palillos de brocheta respetando una distancia prudencial entre ellos. En nuestro caso, las hemos hecho de cuatro en cuatro para evitar que se pegaran entre ellas.
Ahora ya solo queda extender una cantidad de nuestra mezcla de jamón y queso al gusto, encima del extremo romo del palillo e introducir la bandeja en el horno durante apenas 5 minutos. Es importante ir vigilándolas para evitar que el queso se queme porque puede llegar a amargar.
Cuando saquemos la bandeja del horno, colocad el papel vegetal con las piruletas sobre la encimera para que se enfríen. Cuando hayan perdido algo de temperatura, las despegamos del papel dándoles unos golpes suaves por debajo y listo. Ya solo queda disfrutarlas.
Y hacernos caso: no hace falta esperar al próximo Halloween para saborearlas. Cualquier excusa es buena para hacer esta sencilla receta.
