Conocer de primera mano el proceso artesanal de elaboración del jamón de Teruel es, ya de por sí, una experiencia llamativa e ilusionante para todos aquellos amantes del jamón que se acercan por primera vez a un secadero. Pero hacerlo mediante un juego de escape, poniendo a prueba tus conocimientos previos y comprobándolos de primera mano con los elaboradores, es, os lo aseguramos, una experiencia inolvidable.
Al menos eso creemos, aunque habría que preguntárselo a los 48 visitantes, todos ellos relacionados con el jamón de una u otra forma, que tuvieron el privilegio de participar en el primer escape room del jamón de Teruel. Carniceros, charcuteros, distribuidores y cortadores de jamón entre otros, visitaron nuestro secadero de Monreal del Campo (Teruel) donde, por iniciativa del Consejo Regulador y de la mano de Jamón Lovers, recorrieron el proceso por el que pasa cada jamón que llega a nuestra casa hasta convertirse en el preciado manjar que es el jamón de Teruel DOP.
Uno de los principales propósitos de este juego fue, además de pasar un rato muy agradable, mostrar algunas de las curiosidades que acontecen durante los dos años que tardan en producirse estas piezas. Y como los jamones, tras la recepción de los visitantes, entraron en la sal…
Cómo si de jamones se tratara
La primera parada fue la cámara de sal, donde pudieron ver nuestro proceso de salado a pala y tratar de responder a la pregunta que les planteamos. Además, aprovechamos este momento para que experimentaran las sensaciones que se viven a unos 2º C de temperatura y una humedad superior al 90%, evocando las sensaciones que tienen los jamones durante los días que pasan enterrados en la misma. Una experiencia que puso sin duda a prueba la resistencia de nuestros visitantes y despertó su curiosidad.
Tras la respuesta a la pregunta planteada, ofrecida por cada uno de los capitanes de los cuatro equipos en los que dividimos a nuestros invitados, pasamos a dar nuestra propia respuesta, basada en nuestro conocimiento fruto del aprendizaje familiar, la experiencia y la curiosidad que nos lleva a investigar continuamente.
Era el momento de seguir avanzando en el proceso.
Va subiendo la temperatura y la dificultad
Aunque a priori parecía un trabalenguas, la siguiente misión tenía relación con un proceso vital para la conservación de nuestros jamones en óptimas condiciones: el postsalado o asentamiento. El uso de una herramienta muy apreciada por nosotros, fue de gran ayuda para comprender el cómo y el porqué de las condiciones de esta fase de la elaboración.
Lo cierto es que a nuestros avispados visitantes les costó más pronunciar bien el nombre del instrumento que utilizaron que manejarlo para encontrar la solución a la pregunta planteada. Pudieron comprobar así como, durante más de 90 días, los jamones que veían en la sal, iban a continuar un camino que no hacía nada más que comenzar. Eso sí, pronto íbamos a dejar el frío para pasar a nuestra particular zona de masajes.
Alumnos aventajados
La siguiente fase fue, sin duda, en la que nuestros aventajados alumnos tuvieron menos dudas. Debían mostrarnos si su experiencia vendiendo, deshuesando o cortando jamones les servía para conocer la siguiente fase del proceso. La verdad es que poco pudimos añadir a las respuestas aportadas por los capitanes, demostrando que habían hecho bien los deberes. Eso sí, pudieron asistir en primera persona a la sesión de masaje a la que sometimos a uno de nuestros queridos y mimados jamones.
Uno a uno, todos los jamones que pasan por el secadero se mantecan no una, sino dos veces en diferentes estados de su estancia en el secadero, siendo este uno de los procesos que mayor importancia tiene en el resultado final del producto.
Pregunta de examen
Si bien os hemos dicho que venían con los deberes hechos con el tema anterior, que es algo común a todos los jamones que se hacen en nuestro país, no menos preparados venían con la pregunta concreta sobre nuestra DOP que les planteamos en el siguiente reto. Esta ya era para nota.
Los cuatro equipos abrieron sus cofres respondiendo con acierto y sin prácticamente dudar, obteniendo la pista que les llevaba directamente al final del proceso de curación, el firmamento de estrellas donde los jamones reposan durante meses: el secadero.
Un firmamento y la pregunta del millón
El secadero es la estancia en la que más tiempo pasan nuestros jamones hasta tener el punto correcto de maduración. En los de Teruel, son secaderos llenos de estrellas, concretamente, estrellas de 8 puntas marcadas a fuego en su piel.
Pero más allá de mostrarles el sello que reconoce estos jamones como lo que son, estrellas, queríamos lanzar una última pregunta. Es una pregunta que en principio, todo el mundo sabe pero que, hasta que no la cuantificas realmente, quizás no comprendas por qué un jamón vale lo que vale. Una herramienta muy simple y un dato concreto del jamón, bastaron para obtener una respuesta que a más de uno le hará pensar.
Desde este blog queremos agradecer a los integrantes del CRDO del Jamón y Paleta de Teruel, a Miriam López de Jamón Lovers, a nuestro querido Pedro José Pérez Casco y a todos nuestros invitados, el maravilloso día que pasamos. Ojalá hayamos contribuido en poner en valor aún más nuestro querido jamón. Y sí, sé que no os hemos dado la respuesta a ninguna de las preguntas que planteamos, pero eso es porque tal vez haya sido el primer escape room, pero no sabemos si será el último…
