Termina agosto, y con él, el mes de las fiestas populares por antonomasia. Durante esta época veraniega, son infinidad los pueblos de toda nuestra geografía que celebran sus fiestas mayores. La mayoría, dedicadas a sus patrones o patronas, pero en algunos casos, simplemente por celebrar que sus calles, por fin, se muestran llenas de gente con ganas de disfrutar del verano y de los reencuentros. Como Monreal del Campo, donde elaboramos nuestro Jamón de Teruel DOP, que hace apenas una semana realizó su particular entierro de la sardina con el que ponía punto y final a las fiestas en honor a la Virgen de la Natividad.
En muchas de estas poblaciones continúa la tradición de nombrar a sus “reinas” de las fiestas, y algunas de ellas han sumado no hace demasiado tiempo a los “reyes”. Sin embargo, nosotros tenemos claro que si hay un auténtico rey en todos los festejos populares de nuestro país, ese es sin duda el jamón.
El premio más apreciado
El verano es una época en la que se consume bastante jamón. A pesar de que su fecha estrella es la Navidad, el jamón es un alimento muy demandado en épocas de calor por varias razones. La primera es obvia: está muy bueno; pero a ella hay que sumarle aspectos como el hecho de no tener que cocinarlo -pudiendo evitar encender los fogones- o lo socorrido que es abrir un sobre de jamón o cortar unas lonchas para improvisar cualquier comida. Pero es que además, el calor realza sin duda el aroma y el sabor de cualquier jamón.
Es por ello, y por la alegría que supone ganarse uno para ti y para los tuyos, que el jamón es el premio más apreciado en numerosos torneos y festejos estivales. Desde bingos a concursos de disfraces, pasando por torneos de cartas o deportivos, son muchos los ayuntamientos, peñas, clubes deportivos o grupos de amigos los que nos reclaman jamones para premios y sorteos durante este mes. El próximo, sin ir más lejos (aunque ya sea en septiembre), es el que podrá disfrutar el primero en alcanzar la cima del Pico Faceras en el Trail Valle de Tena, tanto en categoría masculina como femenina, que se celebrará entre el 1 y el 3 de septiembre en el Pirineo aragonés. Quien primero llegue a esta meta volante y baje con el jamón hasta el final del recorrido, podrá llevárselo a su casa (si es que no se lo come antes…).
De la ciudad a los pueblos
Lo que sí notamos mucho en esta época, es que el consumo también hace las maletas en verano. Las ventas en las grandes ciudades disminuyen en la misma proporción que aumentan en las zonas rurales, las de costa o las de montaña. Los destinos vacacionales por excelencia de nuestro país son los encargados de seguir abasteciendo de jamón a la gente que abandona por unos días su rutina para disfrutar del pueblo, de la playa o de la naturaleza en general.
En nuestro caso, ciudades que habitualmente consumen mucho jamón, como Zaragoza, Pamplona, Vitoria, Burgos o Bilbao, se toman sus particulares “vacaciones” de residentes, momento en el que muchos comercios aprovechan para cerrar y descansar para volver con fuerzas en septiembre. Sin embargo, pueblos de montaña o ciudades costeras, renacen con los visitantes y aumentan las compras de jamón en estos lugares.
Cuidado con el calor
El consumo de jamón en verano sigue con la tendencia creciente de comprar piezas pequeñas o sobres de jamón ya loncheado. Sin embargo, aún son bastantes los hogares que adquieren piezas enteras, sobre todo si son casas en las que se reúnen muchos familiares o si les ha tocado uno de los premios que antes hemos mencionado. Si bien hemos dicho que el calor potencia el sabor y el aroma del jamón, hay que tener cuidado cuando este es excesivo, ya que si la temperatura sube mucho, la grasa puede fundirse casi en su totalidad (perdiendo con ella el 90% del sabor) y la carne puede llegar a “cocerse”. Por eso te invitamos a que leas un post que publicamos hace ya tiempo pero que es de esos que nunca pierden vigor: “Cómo conservar el jamón en verano”.
Probablemente lo más gordo ya haya pasado, pero con estos altibajos de temperatura que tenemos tan atípicos, no dejes de leerlo por si las moscas (o los calores en este caso).
