Cucuruchos de jamón rellenos de crema de castañas y setas

Esta semana os traemos una receta deliciosa que combina perfectamente el sabor dulce de las castañas, con el umami del jamón y las setas.

Si bien es cierto que la época por excelencia para la recolecta de hongos es el otoño, siempre podemos encontrar un amplio surtido de setas en el mercado, ya sean deshidratadas, en conserva o de cultivo. Nosotros hemos optado por la última opción, pero podéis utilizar la que más os guste. Y aunque la temporada propia de la castaña es también el otoño, principalmente octubre y noviembre, su consumo se suele alargar durante todo el invierno.

Lo que no tiene temporada y siempre apetece es el jamón. Si en una misma receta sumamos estos tres ingredientes, tenemos un bocado de lujo ideal para cualquier ocasión.

Ya os adelantamos que, aunque la elaboración en sí no es complicada, conseguir que la presentación quede como hemos imaginado en nuestra cabeza es un tanto complicado. Eso sí, el resultado en cuanto a sabor no va a defraudar a nadie, os lo aseguro.

Vamos allá con la receta.

Ingredientes

– ½ cebolla.
– 1 puerro.
– 10 castañas.
– 500 gramos de setas (nosotros hemos elegido shitake y champiñón Portobello).
– Aceite de oliva.
– Mantequilla.
– Harina.
– Leche.
– Sal.
– Pimienta.
– 1 sobre de 100 gramos de jamón de Teruel DOP.

Elaboración

Como en todas las recetas que llevan horno, comenzaremos precalentando este a 200º para hacer nuestros cucuruchos crujientes de jamón mientras vamos preparando el resto de ingredientes.

Picamos la cebolla y el puerro en trocitos pequeños y las llevamos a pochar a fuego lento en una sartén con una generosa cantidad de aceite de oliva. Mientras, hacemos un pequeño corte trasversal a las castañas para que no exploten, y las metemos durante 2 minutos a máxima potencia en el microondas. Cuando estén listas y se hayan enfriado un poquito, las pelamos, las picamos bien y las añadimos a nuestra sartén con el puerro y la cebolla.

Pasados un par de minutos, añadimos las setas que previamente habremos lavado y troceado. Cuando las setas hayan perdido la mayor parte del agua, salamos ligeramente nuestro sofrito, ya que aunque el jamón suba el punto de sal final, hay que compensar el dulzor de las castañas y resaltar el sabor del puerro, la cebolla y las setas.

En este punto, con el fuego al mínimo, aprovechamos para ir haciendo los cucuruchos de jamón. Lo ideal es usar unos moldes de hornear con forma de cono, aunque nosotros hemos utilizado unas boquillas de acero inoxidable de manga pastelera. Si no tenéis ni una ni otra cosa, siempre podéis demostrar vuestra habilidad manual creando vuestros propios moldes con papel de aluminio. Sea como sea, conseguir un cono uniforme y hermético es la parte más complicada (imposible en nuestro caso) de esta receta.

Separamos las lonchas de jamón, las cortamos por la mitad, y comenzamos a cubrir los conos de forma helicoidal procurando que la loncha quede bien pegada. Cuando los tengamos, los metemos al horno durante cinco minutos aproximadamente, los sacamos y esperamos a que se enfríen un poco para manipularlos.

Cucurucho-de-jamon

Con nuestro sofrito ya a punto, añadimos una nuez de mantequilla a la sartén, esperamos a que se derrita y doramos en ella un par de cucharadas de harina. Cuando esta se haya tostado, vamos vertiendo leche tibia y removiendo muy bien para que se haga una bechamel. No hemos puesto una cantidad concreta de leche para que hagáis la bechamel a vuestro gusto, pero os recomendamos que tienda más a espesa que a ligera, ya que hay que rellenar los conos con ella. En este punto, podéis añadir sal y pimienta al gusto recordando siempre la presencia del jamón horneado.

Una vez la tengamos, pasamos todo el contenido de la sartén a un vaso de batidora y lo trituramos todo hasta conseguir una crema fina que dejaremos enfriar un poco para que coja una textura más firme.

Llega el momento de presentar esta delicia. Desmoldamos con cuidado el jamón. Al quedarse crujiente, es fácil separarlo de los moldes, pero también es sencillo que se rompa, así que hacedlo despacito. Tomamos los conos y los rellenamos con mucho cuidado con la crema que hemos preparado.

Y listo. Un aperitivo perfecto para sorprender a todo el mundo en estos días de frío. Veréis como la combinación de sabores y texturas de esta receta no va a dejar indiferente a nadie.

Roberto Gómez Moreda

Licenciado en Periodismo, trabajo como encargado de producción junto a mis hermanas en el secadero de jamones que fundaron mi padre y mi abuelo, sin perder la pasión que me llevó a estudiar Ciencias de la Información.

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