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¿Cómo afilar mi cuchillo jamonero?

Hemos hablado en múltiples ocasiones de las virtudes de disfrutar de un buen jamón recién cortado a cuchillo. Se trata de un proceso que, obviamente, requiere de una destreza que se adquiere con la práctica, pero también de disponer de las herramientas adecuadas. La más importante de ellas es, sin duda, el cuchillo jamonero.

Siempre se dice que es más fácil cortarse con un cuchillo mal afilado que con uno que corte correctamente. Pero no solo eso. Si queremos disfrutar de verdad de una buena loncha de jamón, debemos tener bien a punto nuestro cuchillo jamonero para facilitar la tarea y obtener el mejor resultado posible.

¿Qué necesito para conseguir un buen afilado?

Lo esencial, como para conseguir un buen loncheado, es práctica; pero también hacernos con las herramientas necesarias para nuestro fin.

Existen multitud de afiladores domésticos que pueden sernos de gran ayuda para conseguir un resultado óptimo. Se trata de pequeños utensilios que constan de dos piedras formando un ángulo por las que pasar nuestro cuchillo desgastando el material para obtener el filo. Las hay también más profesionales, como las afiladoras de banda, pero suelen tener mayor volumen y coste.

Otra buena opción, pero que requiere de mayor destreza, es la piedra de afilado. Se trata de una piedra granulada (existen distintos tipos, dependiendo del resultado que deseemos obtener) que debemos humedecer y por la que pasar repetidas veces todo el filo del cuchillo. En el caso de los jamoneros, cuya hoja es extremadamente flexible, es necesario prestar especial atención y presionar bien con los dedos el tramo de hoja que vamos a afilar para evitar que se combe y queden zonas romas.

La chaira, afina pero no afila

La chaira o acero es una herramienta indispensable para un buen corte de jamón a cuchillo. Pero al contrario de lo que se suele pensar, no sirve para afilar.

Conforme utilizamos el cuchillo, es posible que vayan apareciendo en el filo pequeñas desviaciones en el mismo. Se trata de imperfecciones difícilmente apreciables si no nos fijamos bien, pero que entorpecen el uso del cuchillo. Si queremos volver a alinear el filo, la chaira es el instrumento perfecto.

Para recuperar la rectitud, solo debemos pasarlo uniformemente por la chaira en un ángulo de unos 15 o 20 grados por ambos lados del cuchillo. Con unas cuantas pasadas, veremos cómo hemos logrado afinar el filo de nuestro cuchillo.

La mejor opción

No podemos olvidar la que, como casi siempre, es la mejor opción: optar por un profesional.

Si vemos que en casa no somos capaces de sacarle todo el rendimiento a nuestras herramientas de afilado, os recomendamos que acudáis a un establecimiento especializado.

Ellos valorarán qué hacer con vuestro cuchillo, ya que a veces requiere más de un vaciado que de un afilado. Este proceso consiste en “comerse” el material a ambos lados de la hoja, adelgazando el grosor total en la parte más cercana al filo.

Cuando os lo devuelvan, vais a tener la sensación de que estrenáis cuchillo. Vuestro jamón, y quien vaya a disfrutarlo, os lo agradecerán.

Roberto Gómez Moreda

Licenciado en Periodismo, trabajo como encargado de producción junto a mis hermanas en el secadero de jamones que fundaron mi padre y mi abuelo, sin perder la pasión que me llevó a estudiar Ciencias de la Información.

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