Mañana se cumple una semana de nuestro paso por Alimentaria 2022, en la Fira de Barcelona. Transcurrido este tiempo, es momento de hacer un primer balance de una experiencia que no vivíamos desde el año 2000, año en el que expusimos por primera vez en el gigante de la alimentación de nuestro país.
Es muy temprano para sacar conclusiones precisas del resultado de la feria, al menos de si los contactos hechos durante estos cuatro días tendrán el desenlace que deseamos. Sin embargo, sí que podemos contaros el cúmulo de sensaciones y de emociones vividas por nosotros allí y, sobre todo, las que nuestro jamón de Teruel DOP ha conseguido transmitir a todas las personas que se han acercado a nuestro stand y han podido disfrutarlo. Os podemos adelantar que nuestra misión, la de trabajar para hacer del jamón un momento de felicidad, esa misión, está más que conseguida.
“Me ha sorprendido mucho”
Alimentaria es un punto de encuentro del sector de la alimentación con repercusión internacional. Si bien es cierto que nuestro producto no tiene (de momento) el nivel de conocimiento que nos gustaría fuera de nuestras fronteras, no queremos obviar que todavía existe un gran número de personas en España que, a pesar de conocer la fama del jamón de Teruel, todavía no lo habían probado.
Tanto unos como otros, aquellos extranjeros que se acercaron a nuestro stand atraídos por el sello de la DOP (o guiados por nuestra estrella, quién sabe), como los españoles que simplemente buscaban probar ese producto tan famoso como desconocido, quedaron gratamente sorprendidos de su calidad.
Todavía hay quien asocia el jamón de cerdo blanco a un jamón de menor calidad. Personas que se dejan cegar por ese imaginario colectivo que dice “blanco malo, ibérico bueno”. Pero lo que no hay que olvidar es que hablamos de productos distintos, dentro de los cuales, existen también diferencias de calidad en cuanto a la materia prima o la forma de elaboración. Y más cuando hablamos de jamones amparados por una norma de calidad diferencia con el distintivo europeo como es una Denominación de Origen Protegida.
Estamos muy orgullosos de haber sido ese escaparate del jamón de Teruel en Barcelona, de haber sorprendido a tanta gente y de haber reafirmado a quienes ya conocían sus cualidades.
Despertando emociones
Para nosotros es fundamental el aspecto emocional del jamón. Comer es una necesidad básica y común para todo ser vivo, pero entre los seres humanos, es mucho más que eso. Comer es un auténtico placer. Es una actividad que pone a prueba nuestros sentidos y, con ellos, nuestras emociones.
En nuestro caso es muy fácil que esas emociones que nos despierta estén vinculadas a la familia. Para otros, el jamón les hace regresar a la niñez, a ese sabor del bocata de la merienda. Hay quienes reviven unas vacaciones en España o simplemente, el intenso sabor y el aroma de este productazo les produce una amplia sonrisa visible tras la mascarilla o delatada por el brillo de sus ojos. Es muy difícil resistirse a probar una loncha de jamón. Incluso cuando llevas todo el día rodeado de comida, picoteando de aquí y de allá. Porque el jamón tiene algo que atrae, algo que engancha, algo de magia.
Durante los cuatro días de la feria, hemos tenido la fortuna de contar con nosotros con Cati Gómez cortando y contando nuestro jamón. Cati es nuestra embajadora en Países Bajos y una gran conocedora de nuestro jamón y del mercado europeo. Nadie como ella es capaz de transmitir al público nacional e internacional lo que es y lo que significa para nosotros el jamón de Teruel, por eso era la persona ideal para ser nuestro rostro en Alimentaria.
Por todo esto, nuestra experiencia en la feria nos ha demostrado que el jamón de Teruel no deja indiferente a nadie, y eso nos hace muy felices.
Visitantes y amigos: la importancia de las personas
Hay algo para lo que no necesitamos ese periodo de reposo o de trabajo post feria para asimilar, y ese algo son las personas. Todas las ferias son un maravilloso punto de encuentro y de reencuentro. Cientos de profesionales y amigos del sector tenemos esas fechas marcadas en rojo en el calendario porque sabemos que son momento de abrazos, de risas, de compartir.
Miriam, Pedro, Clemente, Zuli, Rober, Juan Luis, Ricardo, Joaquín, Carlos, Paco, Luz, Montse, Raquel, Silvia, Floren, María José, Antonio y su compinche Luismi y tantos otros que seguro que me dejo. Un placer haberos podido abrazar. El mundo del jamón merece mucho más la pena cuando tienes a todas estas personas cerca.
Pero también todas aquellas personas que se han sentado con nosotros en el stand, o que simplemente han compartido una sonrisa con nosotros probando el jamón, nos han reafirmado en la importancia de por qué y para quién trabajamos. Ha sido un placer compartir con gente de Latinoamérica, de Asia, de Europa y de Norteamérica unos días cargados de emociones, que nos han dejado por los suelos físicamente, pero en una nube emocionalmente.