Son innumerables los bares y restaurantes de este país que ofrecen en su carta las famosas tablas de jamón y queso. Este plato es todo un clásico de nuestra hostelería, y una más que socorrida ración para abrir boca mientras se preparan otros platos calientes o simplemente para saborear algo delicioso en buena compañía. Además, es algo que gusta a casi todos los paladares, así que no nos extraña nada la popularidad de este sabroso tándem.
Sin embargo, a nosotros siempre nos asalta la misma duda. ¿Maridan bien el queso y el jamón?
¿Qué es un maridaje?
Lo primero que habría que hacer es definir maridaje. Según el diccionario de la RAE, en su segunda acepción, maridaje es la “unión íntima o armoniosa de dos cosas entre sí”. Si llevamos esta definición al plano gastronómico, hablaríamos de la unión de dos productos -pueden ser líquidos o sólidos- cuyos sabores, aromas y texturas armonizan entre sí, sin imponerse el uno sobre el otro y ensalzando las virtudes de cada uno de ellos. Así que repetiremos nuestra pregunta… ¿maridan bien el queso y el jamón?
Juntos pero no revueltos
¿Es imprescindible la unión? Esta es la segunda pregunta que lanzamos, y lo hacemos porque, en nuestra opinión, jamón y queso no son precisamente dos productos que casen a la perfección. Sin embargo, poca gente diría que no a una buena tabla de estos dos grandes de nuestra gastronomía. ¿Por qué?
Tanto el jamón como el queso son productos de origen animal, ricos en grasas (saludables en ambos casos) y proteínas y fruto de un proceso de curación y maduración. Esto hace que tengan unas características tan similares en ciertos aspectos que hacen difícil que uno u otro no se imponga a la hora de comerlos a la vez. Pero es que puede que ahí esté el error, en comerlos a la vez.
Nos encanta la idea de juntar en un plato jamón y queso, pero si lo que queremos es disfrutar de cada uno de ellos, lo mejor es comerlos por separado, disfrutando del sabor y del aroma de cada uno de ellos alternando entre bocado y bocado un sorbo de vino, cava o cerveza, algo que nos limpie el paladar para disfrutar de cada momento.
Un tipo de jamón para cada tipo de queso
Ya os hemos hablado mucho de jamón en este blog. Si queréis conocer alguna de las diferencias entre los distintos tipos de jamones que se elaboran en España, podéis bucear en post como “Cómo elegir el jamón más adecuado” o “Jamón serrano y jamón ibérico ¿En qué se diferencian?”, así que en el post de hoy vamos a hablaros de algunos de los quesos que podéis encontrar en nuestra tienda online y de qué jamón va mejor con cada uno de ellos.
Hace ya tiempo que decidimos incluir en nuestro catálogo distintos productos aragoneses, y entre ellos, no podía falta el queso Sierra de Albarracín. Elaborados todos ellos a partir de leche fresca de oveja de ganaderías propias, estos quesos ofrecen distintas características dependiendo, sobre todo, del grado de maduración y de las condiciones de la misma.
El queso más suave que puedes encontrar en nuestra tienda es el Etiqueta Oro. Con un periodo de afinación de entre 4 y 6 meses, este queso de color amarillo amarfilado, ofrece un sabor intenso, con una suave textura y una intensidad de salado media. Por estas características, te recomendamos comerlo con un jamón de Teruel DOP, ya que el bajo punto de sal de este jamón no restará protagonismo al queso.
Con una maduración de entre 6 y 9 meses, nos encontramos el queso Etiqueta Negra. Su mayor curación le otorga un mayor sabor y una consistencia firme pero con cierta granulosidad. Por ello, te recomendamos consumirlo con un jamón más intenso, como pueden ser nuestro jamón de cebo ibérico 50% raza ibérica. La mayor proporción de grasa, unida a un paladar más largo, hará que el sabor del queso no camufle el del jamón.
Por último (aunque en nuestra tienda tengamos algún que otro queso más para disfrutar), os vamos a recomendar una dupla de nivel: el queso Don Manuel con un jamón de bellota ibérico 100%. Los más de 9 meses de curación de este queso no desentonarán con los más de 4 años de nuestro jamón. La grasa de un bellota ibérico 100%, con su aroma y fuerza, acompañan perfectamente a este queso de aroma intenso, pasta consistente y color pajizo a ocre.
Así que ya sabéis, aunque el jamón y el queso sean dos estrellas de nuestra gastronomía, dos protagonistas con deseos de copar el papel principal, no quiere decir que no puedan aparecer juntos y en buena sintonía en una misma comida. No siempre uno tiene que ser el actor secundario, y si no, que se lo digan a Paul Newman y Robert Redford en “Dos hombres y un destino”.