Turismo en la provincia de Teruel: Mucho más que jamón

Decir Teruel es decir jamón, pues no en vano cuenta con la primera Denominación de Origen Protegida de jamón en España y la única de cerdo blanco. Pero esta extensa provincia, situada al sur de Aragón es mucho más que eso. Teruel es también trufa negra, es queso, es aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón; Teruel es melocotón de Calanda y azafrán del Jiloca, y por supuesto, embutidos tradicionales elaborados con cerdos criados en la zona. Teruel es una provincia enormemente rica en cuanto a productos agroalimentarios, pero también lo es en atractivo turístico.

En estos tiempos se antoja complicado hablar de turismo. La situación actual nos invita a desplazarnos lo justito y tomando todas las precauciones del mundo. A pesar de ello, no nos resistimos a centrar nuestro post de esta semana en las riquezas paisajísticas y urbanas de una de las zonas más despobladas de la geografía española, pero también una de las grandes desconocidas.

Los pueblos más bonitos de España

En el año 2011, emulando el modelo francés de Les Plus Beaux Villages de France, nace en España Los pueblos más bonitos de España. Esta asociación, tal y como dice en su página web, “nace de la convicción y necesidad de poner en conocimiento de todo el mundo los maravillosos pueblos que salpican la geografía española”. Entre los pueblos acreditados por esta asociación se encuentran nada más y nada menos que siete municipios de Teruel, siendo así actualmente, la provincia de España con mayor número de pueblos merecedores de este distintivo.

De obligada visita para el turista es, sin duda, Albarracín, declarado ya en 1961 como conjunto Histórico-Artístico. En su casco antiguo se puede visitar su palacio episcopal, la catedral, el castillo, el ayuntamiento y la Torre del Andador. Todo ello enmarcado en una sierra de gran belleza natural.

En Valderrobres, en la zona del Matarraña, apodada la Toscana aragonesa, son de obligada visita la Casa Consistorial, el castillo del Arzobispo o la iglesia parroquial de Santa María la Mayor.

Muy cerca de este último, a apenas 21 kilómetros, se encuentra Calaceite, con un ayuntamiento que data del año 1609 y salpicada de numerosas casas solariegas.

Y si antiguo es el ayuntamiento de Calaceite, más lo es aún el de Puertomingalvo, fechado en el siglo XIV. Su castillo y sus estrechas calles repletas de edificios de arquitectura popular, conforman un pintoresco paraje.

Cerca de la ciudad de Teruel -capital del arte mudéjar-, a unos 52 kilómetros de la misma, se encuentra Rubielos de Mora, en la comarca Gúdar-Javalambre. “Encrucijada geográfica, cultural y económica, Rubielos de Mora se abre como gran mirador natural sobre el altiplano de Teruel, recibiendo con fundada razón la calificación de “Pórtico de Aragón

Otro de los sobrenombres que ostenta es de “Corte de sierra” por el gran número de casas solariegas y edificios notables que forma su Conjunto Histórico Artístico (Premio Europa Nostra 1983).

En su visita no se pueden perder la Excolegiata Santa María la Mayor y el gran retablo gótico internacional del s. XV que guarda en su interior, dedicado a la Vida de la Virgen o el edificio civil más monumental: su Casa Consistorial, una bella obra renacentista con una lonja en la primera planta que no les dejará indiferentes.

Callejeando por Rubielos encontrarán un sin fin de casas solariegas y pequeños palacios que pertenecieron a grandes nobles donde destaca el trabajo de la piedra y la forja, sus aleros o sus escudos. Además de los conventos que alberga la villa: el de los Carmelitas Calzados y su impresionante claustro y el de las Madres Agustinas, extramuros.” (Fuente: https://www.lospueblosmasbonitosdeespana.org/aragon/rubielosdemora)

La bella comarca del Maestrazgo alberga los dos últimos pueblos de esta lista. El trazado medieval de Cantavieja invita a quien lo visita a callejear por sus rincones, asomarse a sus miradores y admirar la belleza de las iglesias de San Miguel y de la Asunción, la plaza del Cristo Rey o el castillo.

Mirambel pone el punto y final a esta lista con su treintena de edificios, espacios urbanos y elementos defensivos. Totalmente amurallada, esta villa es el lugar perfecto para quien busca la paz y el sosiego a la vez que admira el peso y el paso de la historia en esta zona de Aragón.

Con pan, jamón y vino se anda el camino

Y volvemos al jamón. Porque no hay ruta turística que se precie en España que no esté bien acompañada de una ruta gastronómica. Y como hemos dicho al principio de este artículo, Teruel ofrece una amplia variedad de productos agroalimentarios de gran calidad.

La provincia acoge tres Denominaciones de Origen Protegidas: la DOP Jamón y Paleta de Teruel, la DOP Aceite del Bajo Aragón y la DOP Melocotón de Calanda; y dos Indicaciones Geográficas Protegidas de Vinos de la Tierra: Bajo Aragón y Ribera del Jiloca además de la IGP Ternasco de Aragón.

Pero además de estas marcas de calidad con sello europeo, Teruel cuenta con productos de calidad reconocida a nivel internacional, como el Tuber melanosporum (la famosa trufa negra) y el azafrán del Jiloca.

Y con buenos productos, buena cocina. Son muchos los platos típicos que se pueden degustar en una visita a esta maravillosa provincia, pero estos los dejaremos para próximas entradas del blog.


Feliz viaje.

Roberto Gómez Moreda

Licenciado en Periodismo, trabajo como encargado de producción junto a mis hermanas en el secadero de jamones que fundaron mi padre y mi abuelo, sin perder la pasión que me llevó a estudiar Ciencias de la Información.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *