Tres aperitivos con jamón ibérico

El jamón en general, y el ibérico en particular, es un placer gastronómico que realmente no necesita de grandes compañeros para destacar en cualquier mesa. Sin embargo, sus numerosos matices, lo convierten en un ingrediente espectacular para todo tipo de plato.

En esta ocasión, os queremos sugerir tres aperitivos para abrir boca y con los que daros un merecido homenaje a vosotros mismos o a cualquiera que comparta vuestra mesa. Ahí van.

Chips de boniato y de jamón ibérico con miel y paté
de aceitunas negras

Para esta sencilla receta, simplemente necesitamos un boniato, jamón de bellota ibérico 50% raza ibérica, miel, paté de aceitunas negras y aceite de oliva (o de girasol, si os gusta más para freír).

Pelamos el boniato y lo cortamos en finas rodajas con una mandolina (si tenéis buen pulso y un buen cuchillo, podéis hacerlo con él, pero os recomendamos la mandolina) y las sumergimos en agua fría mientras ponemos a calentar una sartén con aceite para freír.

Por otro lado, seleccionamos unas lonchas de jamón que tengan poco tocino, porque va a facilitar que se endurezcan mejor. Las obtenidas de la babilla son ideales para esto. Las colocamos en un plato y las metemos al microondas. Lo ideal es ir de minuto en minuto, observando cómo se van deshidratando sin llegar a quemarse. Cuando estén, se sacan del microondas y se dejan enfriar para que endurezcan.

Cuando el aceite esté caliente, sacamos el boniato del agua, lo escurrimos y lo secamos muy bien con papel para que no salte en la sartén. Lo echamos en el aceite y lo freímos como unas chips de patata. Una vez terminadas, eliminamos el aceite sobrante de nuevo con papel de cocina.

Colocamos nuestras chips de boniato junto con las de jamón en un bol, vertemos un poquito de miel al gusto y añadimos un poquito de paté de aceitunas negras que previamente habremos mezclado con aceite para hacerlo un poquito más fluido.

Y ya está. Ya tenemos unas chips diferentes con un espectacular contraste entre el dulce de la miel, el salado del jamón y el amargo de la aceituna negra.

Tosta de jamón ibérico, huevo frito de codorniz y trufa

Si a unos huevos fritos con jamón les añadimos trufa y lo convertimos en una tosta para comer de un bocado, ¿qué más se puede pedir?

Hablamos de tres ingredientes espectaculares por separado y que juntos se convierten en una auténtica delicia.

Para hacer nuestra tosta necesitamos pan, jamón de bellota ibérico 50% raza iberica, unas lascas de trufa negra fresca, un huevo de codorniz, aceite para freír y una pizquita de sal.

Tan fácil como deliciosa. Basta con tostar el pan, colocar sobre el mismo aún caliente unas lonchas de jamón, las lascas de trufa y el huevo frito de codorniz con un poquito de sal sobre la yema. ¿Necesitas más?

Torrija salada de tomate con aguacate y jamón ibérico

Ya hemos hecho alguna que otra revisión de clásicos de nuestra cocina en nuestro blog, y las torrijas no podían faltar. Este aperitivo va un poquito más allá de la simple tosta con tomate y jamón.

Solo vais a necesitar pan duro, tomates, aceite, jamón de bellota ibérico 50% raza ibérica y aguacate.

Para hace la torrija, trituramos el tomate, lo colamos para eliminar las pepitas y sumergimos en él una rodaja de pan. Con unos 10 minutos por cada lado para que quede bien impregnado y empapado es suficiente.

Ponemos al fuego una sartén, y cuando esté bien caliente, colocamos en ella el pan durante unos 3 o 4 minutos por cada lado para que se tueste la parte externa.

Retiramos del fuego, echamos un chorrito de aceite de oliva y colocamos sobre ella una rodaja de aguacate y el jamón. Todo un espectáculo.

Esperamos que estas ideas os hayan abierto el apetito y la imaginación a la hora de utilizar vuestro jamón en la cocina. Ya sabéis, el jamón es un manjar solo, pero también hace mejor cualquier plato al que acompañe.